(AP)-- Con un gol de Andrés Iniesta a los 116 minutos, España venció el domingo 1-
Gracias a Iniesta, España es un campeón inédito y sin ninguna duda con una corona por demás merecida ya que fue superior a Holanda desde el principio al final.
El volante del Barcelona metió su gol con un remate cruzado tras ser habilitado por Cesc Fábregas.
Holanda, por su parte, seguirá con un mote que seguramente no desea: el de la mejor selección que nunca ha ganado un Mundial. Ahora ha perdido las tres finales que disputó, incluyendo las de 1974 y 78.
En España prevaleció su vocación de ataque, ante una Holanda que de entrada se mostró despectiva en el trato de la pelota y además llamativamente recia.
En menos de cinco minutos los holandeses cometieron tres faltas, la primera a cargo de su solitario hombre de punta, Robin van Persie, quien volteó a Sergio Busquets casi en la mitad de la cancha.
España proponía su habitual toque, buscando la salida limpia de atrás, pero Holanda se mostró empeñada en desbaratar esas intenciones ahogándola en el medio, con Dirk Kuyt como abanderado, y poniendo el cuerpo o la pierna al límite. Daba lo mismo.
En medio de ese panorama, la riqueza técnica de los españoles se fue diluyendo en la intrascendencia ya que Xabi, Xavi e Iniesta no pudieron hacer prevalecer su toque porque Kuyt, Nigel de Jong y Mark Van Bommel se lo impidieron.
Con marca zonal o a presión. Por las buenas o por las malas.
España dio la impresión de que salió en el complemento carcomida por la ansiedad del gol, dando muestras de cierto nerviosismo, ante una Holanda que le permitió la posesión del balón en la salida, pero con llegada sólo hasta el mediocampo.
Conclusión: España llegó más pero Holanda lo hizo mejor, al menos durante los 90 minutos. Otra conclusión: España pegó algo, pero Holanda lo hizo bastante.
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